Hay un aire de esperanza. Esa esperanza que se siente cuando el país ha tocado fondo en corrupción, asesinatos, hambre, impunidad y espera con cautela o euforia un cambio de gobierno. 

El presidente Duque no decepciona y hasta el último minuto muestra sus prioridades y sale borracho en medio de su gira de despedida, donde visita a la elite agradecida por los millones que se lograron desfalcar durante su gobierno. 

En su salida atornilla a gente en consulados de EEUU y Canadá, deja guardaespaldas vitalicios para miembros de su equipo, firma millonarios contratos express que quizás sean tumbados, pero como la ley de garantías, saquearàn mucho antes de que logre cerrar ese grifo. 

Duque sale tranquilo. Deja al fiscal Barbosa hasta Feb 2024 demorando cualquier proceso. A la procuraduría haciendo lo mismo. La impunidad es un cobija que se sigue tejiendo, y los desfalcadores tienen la calma de los de Odebrecht, Reficar, Colfondos. ¿Acaso alguna vez hemos recuperado un peso o puesto a esa gente presa? Por eso raspan la olla con calma, piensan que nadie pagará por centros poblados o los millonarios robos a los dineros de la paz.  Se burlan frente de las narices de todos. 

Duque ya sabe que quiere ser profesor en Europa o USA y quiere dar charlas del medio ambiente. Quiere ser le nuevo Al Gore. Y así, uno de los peores enemigos de la naturaleza, el que permitió la caza de tiburones, la deforestación del amazonas y la destrucción del agua con proyectos de fracking se autodefine ambientalista  Cinismo puro. 

El no se robó el país solo. Su VP, Martha Lucia Ramirez sale igualmente triunfante con inversiones cuestionables en Cartagena, San Andrés, con un maratón de esfuerzos por dar proyectos como el saneamiento del Canal del Dique, más de 3.2. Billones dedicados a callar muertos de la matanza en la zona. 

Y su séquito ni se diga. Es sin duda uno de los saqueos más efectivos de la historia. Dejan el país tapado en deuda externa que se robaron durante la pandemia y se robaron dineros de la paz que debían durar hasta el 2030.  Dejan en la junta directiva del Banco de la República me manos de Carrasquilla. Otro respiro a los hampones.   

Petro tiene el reto de demostrar que la política del amor no es una política de impunidad. Que el ministro de justicia y los organismos de control responderán al país. 

El país del olvido, no puede dejar que se vayan con todo y no pase nada. Se deben buscar instancias internacionales para que Duque y su séquito de saqueadores o “gente de bien” no nos escriban postales desde NY, Washington, Costa Brava, Ibiza, con fotos de sus mansiones, de sus premios a la paz y al medio ambiente mientras dejan un país lleno de viudas, hambre y en quiebra. 

Y así se despide el menos ”bravo” de la camada.

12-Policía a Mininterior