El Sábado 16 de Marzo del 2019, el padre de Hollman Morris lo llamó llorando por una carta que andaba circulando y que le enviaron a su Whatsapp. La carta, con los logos de la «Juventud Humana» daba a entender que Hollman Morris estaría detrás de las amenazas contra una joven llamada Lina Castillo, y que días antes había estado en diferentes medios de comunicación señalando a Morris de acoso.

Han pasado 4 años y Bandalos quiso investigar qué pasó con esta denuncia en particular.

Bandalos pudo confirmar con la Fiscalia General de la Nación, que la supuesta víctima Lina Marcela Castillo, que denunciaba el comunicado de la «Juventud Humana» que llegó a las manos del padre de Hollman Morris, nunca formuló la denuncia penal contra Morris, aunque se presentó en diferentes medios diciendo que lo denunciaría penalmente, es más, diciendo que en los próximos días (Febrero 2019), se presentarían más denuncias de mujeres, pero pasó el tiempo y ni Lina Marcela presentó la denuncia penal y tampoco se presentaron otras denuncias contra Morris.

Para la época en la que Don Arnoldo Morris, padre de Hollman Morris, recibía la carta, su estado de salud no era el mejor, le habían diagnosticado EPOC, y los médicos le pronosticaban unos meses más de vida. En medio del cáncer que padecía, se produjo la aparición en medios de su nuera Patricia Casas, denunciando a su hijo por violencia económica, cosa que lo afectó, deprimió y deterioró su salud. Pero esta carta firmada con logos de la «Juventud Humana» y mostrando a su hijo quien ha padecido toda su vida amenazas y exilios, ahora mostrandolo como un victimario, fue un golpe contundente contra su salud, que lo llevaría a debilitar sus defensas.

Las denuncias contra Morris, tanto de su ex mujer como de Lina Castillo y de otra señora Antonia García se producen en una coyuntura muy especial, el lanzamiento a la alcaldía de Bogotá por parte de Hollman Morris. Nunca antes había sido denunciado por maltrato y tampoco había tenido escandalos de este tipo, solo es en esta coyuntura especial, dato no menor y que muchos pretenden pasar por alto, cuando abordan el caso Morris.

Lina Castillo hizo afirmaciones que fueron muy fáciles de desmentir con una pequeña investigación periodística, por ejemplo, que trabajaba en la unidad normativa del concejal Morris en el concejo de Bogotá, cosa que no era cierto, como lo indican los certificados del concejo de Bogotá. Por otro lado, registraba más visitas a las oficinas de concejales contradictores de Morris en el concejo de la ciudad.

Después de su aparición en medios, nunca más se volvió a saber de Lina Marcela Castillo, cerró todas sus cuentas en las diferentes redes sociales, donde también había acusado a Morris de acoso, no se volvió a saber nada de ella. Hasta que en el pasado mes de Febrero la fiscalía general de la nación ubicó a Lina Marcela Castillo como trabajadora de la alcaldía de Claudia López para notificarla por la denuncia penal que interpuso contra ella en el año 2019, Hollman Morris por injuria y calumnia.

Bandalos pudo confirmar que la fiscalía imputó cargos a Lina Marcela Castillo por injuria y calumnia agravada contra Morris, e irá a juicio en los próximos meses.

Lina Marcela Castillo tampoco denunció penalmente los hechos que dice le sucedieron en el municipio de Choachi, Cundinamarca, como lo indica en la carta de la «Juventud Humana». 

Bandalos hizo algunas averiguaciones en dicho municipio y encontró cosas sorprendentes. La joven conocida como «Chela» al parecer habría robado y estafado a varias personas allí e incluso a quienes le dieron posada cuando supuestamente estaba huyendo de amenazas de muerte. Nos llamó mucho la atención que estas quejas hacia ella también aparecieron en la ciudad de Bogotá y que son varias las personas que saben de este comportamiento,  que genera muchas dudas sobre la veracidad de las acusaciones contra Morris, ya que paradójicamente fue capaz de denunciar y visibilizarse en diferentes medios de comunicación nacional, pero no fue capaz de llevar su denuncia penal a los estrados judiciales donde debía haber radicado sus denuncias.

La no presentación de la denuncia penal, la mentira sobre haber trabajado con Morris, los testimonios que hay sobre presuntos robos y estafas que ha cometido y la imputación de cargos por parte de la fiscalía, por injuria y calumnia, deja por el piso estos señalamientos que se hicieron contra Morris, y da pie para pensar que todo fue un montaje para afectar el camino a la alcaldía de Morris, que para Enero del 2019 y sin estos escandalos a la vista, se proyectaba como el candidato más fuerte y futuro alcalde de la ciudad de Bogotá.

En este caso, con la imputación de cargos a «Chela» por parte de la Fiscalía, nuevamente la justicia le da la razón a Morris, porque en las otras 2 denuncias, la de su ex esposa y la de Antonia García, la fiscalía no encontró méritos si quiera para abrir una investigación, pero como diría una fuente consultada, «en este caso lo que menos importa es la verdad, ha primado la justicia espectáculo, es decir, la de los titulares que se ensañaron contra Morris sin respetarle el debido proceso y tampoco una hoja de vida intachable en favor de las víctimas, pero que eso sí, con unos enemigos muy poderosos como el uribismo, el peñalosismo, y la alcaldesa Claudia López y su entorno».

El 17 de Marzo del 2019, fue tal la depresión del padre de Hollman Morris, que ese mismo día salió a urgencias a la clínica del Country de la ciudad de Bogotá. El 17 de abril, exactamente un mes después el padre de Morris fallecía, con la pena y el dolor de ver a su hijo mayor, del que se sentía profundamente orgulloso, acusado de acosador, maltratador y de intento de asesinato.

Las acusaciones o las denuncias en medios de comunicación y contradictores políticos como Angela María Robledo, las hicieron ver ante la opinión pública como si fueran delitos, equipararon denuncias a delitos, llevandose por delante el debido proceso.

El padre de Morris era un hombre que vivió el suplicio de la campaña de desprestigio contra su hijo, podríamos decir sin temor a equivocarnos, que aceleró su muerte, así lo expresaría hace pocos días una de sus hijas menores, Lorena Morris: «Es una infamia lo que han hecho con mi hermano, que acabaron con la vida de mi padre y están acabando con la vida de toda nuestra familia».

La valiente declaración de la hermana de Morris, Lorena, ya desató una campaña de odio en redes sociales de muy pocas mujeres contra ella y contra su familia, los mismos que 4 años atrás enviaron esa carta que recibió el padre de Morris, de las mismas que desconocen hoy los fallos judiciales que le han dado la razón a Morris. Hollman Morris ha sido declarado inocente y surge una de tantas preguntas: ¿Quién repara a Hollman Morris y a su familia?