El reciente incidente en Miami protagonizado por Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), y su hijo, Ramón Jesurún Jamil, ha puesto bajo la lupa la normativa disciplinaria de la FCF y las posibles sanciones que podrían aplicarse en este caso.

Bandalos ha solicitado en carta abierta a Ramón Jesurún, su renuncia inmediata a la FCF.

Sin embargo, ante la poca probabilidad que este dirigente tenga la decencia de dar un paso al costado, la pregunta que cabe es, si la FCF lo apartará del cargo.

Los hechos ocurrieron tras la final de la Copa América, en la que Colombia fue derrotada 1-0 por Argentina. Los Jesurún se vieron envueltos en una pelea con miembros del Hard Rock Stadium, lo que resultó en su arresto y presentación ante una jueza, con imágenes que los mostraban en los característicos atuendos naranjas del sistema penitenciario estadounidense.

El Código Único Disciplinario de la FCF es claro en cuanto a la aplicabilidad de sus normas, cubriendo a todos los miembros de la federación, incluidos los directivos como Jesurún.

El reglamento establece que los «miembros de la FCF (integrantes de los órganos de administración y control, personal científico, técnico y de juzgamiento)» están sujetos a las sanciones contempladas. Esto significa que Jesurún, en su calidad de presidente, está claramente incluido en esta normativa.

El artículo 14 del Código Disciplinario establece que «serán responsables todas las personas que concurran en la realización de una conducta prevista como infracción deportiva, bien como autores materiales, determinadores o cómplices». Dentro de las infracciones deportivas, se consideran las acciones u omisiones que sean contrarias a las normas generales deportivas y a las estatutarias y reglamentarias de FIFA, CONMEBOL y FCF. Esto implica que cualquier involucrado en actos como los sucedidos en Miami puede ser sancionado.

Las sanciones posibles, detalladas en el artículo 15, van desde advertencias y amonestaciones públicas hasta multas. En casos graves, las sanciones pueden incluir la suspensión del cargo, destitución o pérdida de la licencia.

El artículo 24 va más allá y establece la prohibición temporal o definitiva para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol. Supone la inhabilitación para ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol (administrativa, deportiva o de otra índole).

Dentro de las circunstancias que agravan la responsabilidad, el artículo 47 dispone el ser dirigente, capitán o miembro del cuerpo técnico o médico.

El artículo 57 identifica como agravante el hecho de ser dirigente, capitán o miembro del cuerpo técnico o médico. Esto agrava la situación de Jesurún, dado su rol prominente en la FCF.

El artículo 98, que trata sobre la incitación a la hostilidad o la violencia, es particularmente relevante. La normativa específica que, en casos graves, especialmente si la incitación se realiza a través de medios de comunicación o durante el día del partido en el estadio o sus inmediaciones, las multas pueden ser de entre 70 y 100 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Salvo disposición especial, al directivo o presidente, que cometa cualquiera de las faltas señaladas para los jugadores u oficiales, se le impondrá la sanción prevista para dichas infracciones en lo que fuere pertinente.

El artículo 101 contempla el abuso de autoridad, que sería también el caso de Jesurún.

¿Qué Sigue para Jesurún?

Con las imágenes de la pelea y la detención circulando en redes sociales, la evidencia parece contundente. El reglamento es claro en cuanto a las consecuencias de tales acciones, y se espera que la FCF tome una decisión al respecto tras el regreso de Jesurún al país.

Este incidente subraya la necesidad de una conducta ejemplar por parte de los dirigentes deportivos, quienes, además de ser figuras públicas, deben mantener la integridad y el buen nombre del fútbol colombiano. De no tomar medidas adecuadas, la FCF podría enfrentar una crisis de credibilidad tanto a nivel nacional como internacional.

Mientras la situación se desarrolla, la comunidad futbolística está atenta a las decisiones que se tomarán, las cuales podrían sentar un precedente importante en la aplicación de la normativa disciplinaria en el fútbol colombiano.