Ángel Barajas ha hecho historia para la gimnasia artística y el deporte colombianos al ganar la medalla de plata en barra fija en los Juegos Olímpicos de París 2024. Esta plata tiene un sabor a oro, ya que Barajas obtuvo la misma puntuación que el nuevo campeón olímpico, el japonés Oka Sinnosuke, pero perdió en el desempate por la mayor nota de ejecución del nipón.

Barajas, nacido en Cúcuta, se destacó el año pasado al ganar cuatro medallas en el Campeonato del Mundo de categoría júnior: oro en barras paralelas y suelo, plata en concurso completo y bronce en barra fija. Con estos logros, se convirtió en el primer gimnasta colombiano campeón mundial júnior. Aunque parecía que estos Juegos Olímpicos llegaban demasiado pronto para él, con solo 17 años, su desempeño fue sobresaliente en una final llena de errores costosos por parte de otros competidores. Barajas ejecutó un ejercicio impecable que le valió la medalla de plata. El bronce fue para el chino Zhang Boheng.

No solo es el presente de la gimnasia artística en Colombia, sino que Barajas se perfila como uno de los grandes referentes de la especialidad en Sudamérica. Confirmó su plaza para los Juegos Olímpicos de París 2024 durante su participación en la Copa del Mundo de Gimnasia Artística de Doha, clasificándose en lo más alto de la lista de atletas elegibles de barras paralelas.

La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) lo ha catalogado como “el gimnasta más fascinante surgido de un país sudamericano en los últimos años”. Barajas tuvo una infancia dura, pero sus hábitos de entrenamiento, llenos de sacrificio y compromiso, lo han moldeado hasta convertirlo en un orgullo para su país.

Con apenas 14 años, ya había cosechado grandes triunfos, dejando en alto el nombre de su ciudad y departamento. Con una complexión física marcada y una gran flexibilidad, comenzó su carrera de manera inusual. «Era muy loco y un día un vecino le dijo a mi mamá que me llevara a la gimnasia», recuerda Ángel entre risas. Al principio, no le gustó, pero luego encontró en la gimnasia un espacio para desarrollar su potencial.

Su madre, Angélica María Vivas, recuerda que desde muy pequeño, Ángel mostraba habilidades excepcionales: «Desde los dos años empezó a hacer la técnica de la media luna. Siempre veía tubos y agarraderas para hacer flexiones de pecho». Su motivación principal ha sido entrenar diariamente para cumplir su sueño de convertirse en campeón olímpico.

Entrena ocho horas diarias en el Coliseo Menor Eustorgio Colmenares, acompañado por su entrenador Jairo Ortiz y el gimnasta cucuteño Jossimar Calvo, a quien admira profundamente. «Estar al lado de Jossimar me ha motivado a cumplir mis sueños. He aprendido que siempre hay que estar positivos y seguir adelante», comenta Barajas.

A pesar de los desafíos económicos, con recursos limitados para sus gastos en viajes, proteínas y vestuario deportivo, ha obtenido patrocinio gracias a sus victorias. Jossimar Calvo reconoce el gran talento de Ángel y su potencial para superarlo.

Ángel ha logrado varios títulos, incluido su primer oro en barras paralelas en los Juegos Nacionales del Bicentenario, y una presea de plata en suelo. «De tanto esfuerzo, sacrificio y madrugar, de ahí vienen todos los triunfos. Es un deporte de mucha disciplina y adrenalina», dice Barajas. Para su entrenador, Jairo Ortiz, la clave del éxito de Ángel ha sido su disciplina y constancia, además de contar con un equipo interdisciplinario de profesionales.

Ángel Barajas, a pesar de no tenerlo todo materialmente, encuentra en su familia, especialmente en su mamá, su mayor fuente de inspiración. «Quiero decirle que muchas gracias por el apoyo que me ha brindado desde el principio y que la quiero mucho», expresa con gratitud.

Ángel Barajas ha demostrado que con esfuerzo, dedicación y pasión, es posible alcanzar grandes logros y llevar el nombre de Colombia a lo más alto en la gimnasia artística mundial.