En su edición de hoy 2 de julio, el periódico El Nuevo Herald de Miami expone un grave caso de mal manejo judicial y manipulación en torno a las acusaciones contra Jeffrey Epstein, un conocido traficante sexual. A continuación se detalla un análisis de los puntos clave de la noticia:

En 2006, un jurado de instrucción fue convocado para revisar el caso penal contra Jeffrey Epstein en el Condado de Palm Beach. Las actas reveladas recientemente muestran que el fiscal del condado pintó a las víctimas, dos niñas, como delincuentes en lugar de tratarlas como víctimas de abuso sexual.

El fiscal estatal, en lugar de presentar pruebas contundentes contra Epstein, describió a las niñas como prostitutas, drogadictas, ladronas y mentirosas. Esta actitud buscaba desacreditar a las víctimas y minimizar la gravedad de los delitos cometidos por Epstein.

La investigación del Miami Herald sugiere que Epstein, con la ayuda de su equipo de abogados, pudo influir indebidamente en el fiscal estatal para lograr un trato favorable.

Los registros del jurado de instrucción se mantuvieron sellados durante 16 años. Fue necesaria una presión significativa de medios de comunicación y políticos para liberar estos documentos.

En 2024, el gobernador Ron DeSantis firmó un proyecto de ley que ordenaba la liberación de estos archivos, argumentando que su publicación podría esclarecer cómo Epstein manipuló el sistema judicial para obtener un resultado que una persona común no podría lograr.

Las transcripciones muestran que el fiscal principal del caso, Lanna Belohlavek, presentó a las víctimas de manera insensible y culpabilizadora. Se cuestionó a las niñas sobre su conocimiento del delito y su trasfondo familiar, desviando la atención del abuso sufrido.

El jefe de la Policía de Palm Beach y el detective principal del caso protestaron contra la decisión del fiscal de no procesar a Epstein adecuadamente, señalando la existencia de múltiples víctimas y pruebas claras de abuso.

El artículo del Miami Herald en 2018, que desenterró negociaciones secretas que beneficiaron a Epstein, llevó a una nueva revisión del caso por el FBI y fiscales federales. Epstein fue arrestado nuevamente en 2019, pero se suicidó antes de enfrentar juicio.

Ghislaine Maxwell, asociada de Epstein, fue condenada por tráfico sexual en 2021, lo que subraya la complicidad en los crímenes cometidos.

La noticia concluye destacando que la percepción de estos casos ha cambiado significativamente desde la época de los eventos. El movimiento ‘Me Too’ y otros esfuerzos han mejorado la comprensión y el tratamiento de las víctimas de abuso sexual.

Andrés Pastrana Arango, expresidente de Colombia, ha sido mencionado en relación con Jeffrey Epstein. Su nombre apareció en los registros de vuelo del jet privado de Epstein, conocido como el «Lolita Express». Estos registros indican que Pastrana voló en el avión de Epstein en 2003.

Andrés Pastrana ha declarado públicamente que su relación con Epstein fue limitada. Según él, el vuelo en el jet privado fue para asistir a un evento en Cuba organizado por el empresario colombiano Gustavo Cisneros y que no tuvo ninguna conexión con las actividades ilícitas de Epstein. Pastrana ha afirmado que no tenía conocimiento de los crímenes de Epstein y que su interacción con él fue únicamente en el contexto de ese viaje específico.

El artículo del Nuevo Herald evidencia un preocupante caso de injusticia y corrupción en el manejo de las acusaciones contra Jeffrey Epstein. Las revelaciones subrayan la necesidad de una justicia imparcial y la importancia de proteger y escuchar a las víctimas de abuso sexual. La liberación de las actas y la atención mediática han contribuido a un mayor escrutinio y cambio en la percepción social respecto a estos delitos.