Mientras termina el cierre del gobierno, ¿podría la NASA liberar las imágenes de 3I/ATLAS?
Mientras termina el cierre del gobierno, ¿podría la NASA liberar las imágenes de 3I/ATLAS?
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Por Avi Loeb
Hace más de cuarenta días, la cámara HiRISE a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter tomó imágenes de un visitante muy especial: 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar que ha pasado por nuestro sistema solar. Sin embargo, esas imágenes no se han publicado. La razón: el cierre del gobierno de Estados Unidos.
Ahora que el cierre está por terminar, me uno a la petición de la congresista Anna Paulina Luna, quien escribió:
“La ciencia no debería estar secuestrada por la política. Por favor, NASA, liberen los datos.”
La curiosidad humana no puede esperar a la burocracia.
3I/ATLAS ha despertado una enorme fascinación. En las últimas semanas se han detectado siete chorros de material saliendo de su superficie. Los astrónomos más conservadores dicen que se trata de un cometa común, con gas y hielo que se subliman al acercarse al Sol. Pero hay comportamientos inusuales que no encajan del todo con esa explicación. Algunos de nosotros pensamos que podría no ser solo una roca helada, sino algo más: un objeto tecnológico, quizás una sonda interestelar.
A veces la ciencia se comporta como la inteligencia artificial: solo repite lo que aprendió. Si entrenas una IA únicamente con datos sobre cometas, todo le parecerá un cometa. De igual modo, si los científicos solo piensan en cometas, nunca considerarán una nave. El peligro no está en equivocarse, sino en no querer mirar más allá de lo conocido. La arrogancia de los expertos puede ser el mayor obstáculo para el descubrimiento.
En diciembre, 3I/ATLAS se acercará más a la Tierra. Los telescopios podrán estudiar su velocidad, densidad y composición. Si es un cometa natural, los datos lo confirmarán. Pero si encontramos irregularidades —movimientos imposibles, materiales metálicos, patrones de empuje—, entonces deberemos aceptar la posibilidad de algo extraordinario. La ciencia no avanza con creencias, sino con evidencia y humildad.
Ayer hice una apuesta con Michael Shermer, director de la Skeptics Society: antes del 31 de diciembre de 2030 habrá pruebas científicas claras de un artefacto tecnológico extraterrestre. El dinero irá a la Fundación del Proyecto Galileo, dedicada a buscar objetos de origen no humano cerca de la Tierra. No apuesto por fama ni por polémica. Apuesto porque la búsqueda de la verdad es un deber científico y un acto de esperanza.
Vivimos en una roca pequeña que gira alrededor de una estrella común, en una galaxia con cien mil millones de soles. No somos el centro de nada. Solo recién empezamos a mirar hacia afuera. Por eso, cuando el ego y la política se interponen, perdemos lo más valioso: la posibilidad de aprender algo nuevo. La curiosidad y la humildad son los motores que nos mantienen humanos.
Quizás, mientras observamos a 3I/ATLAS, alguien más, desde otro rincón del cosmos, nos está observando también.
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© Avi Loeb · The Galileo Project · Harvard University. Opiniones personales del autor. Publicado originalmente en Medium, 11 de noviembre de 2025.