Negociaciones de paz o agudización del conflicto
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Por Bernabé Andrade Rodríguez*
La posibilidad de que la economía mundial entre en una recesión prolongada es cada vez más evidente. Ello se debe al impulso que le vienen dando las sanciones económicas impuestas a la Federación de Rusia y a la elevación de las tasas de interés efectuada por la Reserva Federal.
Las sanciones. Las sucesivas sanciones económicas impuestas a rusia en el transcurso de este año con el objeto de impedirle la venta de sus recursos naturales (energéticos) y destrozar de paso su economía para luego obligarla a paralizar su ofensiva militar en Ucrania, no han dado los resultados esperados. Por el contrario, vienen afectando con mayor rigor a la población los países sancionadores especialmente los europeos. Siendo el gran capital estadounidense el único beneficiado con ellas.
La prohibición de la venta de esos energéticos ha sido un acto político y no económico. Sin embargo, h traído como resultado un alza desmesurada de los precios, los cual ha sido aprovechado por los especuladores internacionales para fijar unos precios muy superiores al verdadero incremento de los costos, lo cual ha llevado a vaciar el bolsillo de los consumidores y a muchos de ellos los han puesto a aguantar hambre.
Los precios relacionados con los energéticos que fijan los especuladores son bastante rígidos, de manera que facturan igual con precios altos o bajos. Es el caso del petróleo crudo que alcanzó los 130 dólares por barril y luego de la liberación de las reservas estadounidenses y el recorte de la producción por parte de la OPED, ha estado fluctuando entre los 90 a los 100 dólares. Sin embargo, los refinadores venden sus derivados con un reajuste de precios como si el costo de adquisición fuera de 130 dólares. De esa manera, están obteniendo unas abultadas ganancias extraordinarias.
En el caso de los capitales estadounidenses relacionados con el negocio de los energéticos, estos están siendo muy beneficiados con las sanciones impuestas a rusia ya que han tomado las reservas lanzadas al mercado por su país y han estado comprando en alta mar petróleo transportado en buques de bandera desconocida.
Ese petróleo refinado, luego le es vendido a los países importadores netos de ese recurso, los cuales están sufriendo un creciente drenaje de sus divisas. Ese es el caso, de los entusiastas sancionadore europeos, los cuales son siendo objeto de un verdadero saqueo, ya que no se compadece lo que pagan actualmente con lo que le giraban a rusia antes de las sanciones.
El panorama próximo que se avizora con relación a los precios es muy incierto, no hay señales que indiquen que podrán bajar. En contrario, el escenario se presenta más propicio al alza, lo cual se soporta en los siguientes hechos: la suspensión la reventa de productos energéticos proveniente de rusia que le efectuaba China a Europa; la entrada en vigencia de un nuevo paquete de sanciones en diciembre de este año, las cuales obligarían a rusia a sacar del mercado unos 8 millones de barriles diarios, los cuales es muy posible que no sean sustituidos por la OPEP.
El gran capital estadounidense (energético, armamentístico y financiero) y los especuladores internacionales con esos recursos se están beneficiando de manera acelerada con las sanciones impuestas a rusia no tienen ningún interés en que finalice, ya que tienen ya que tienen como clientes rehén a la Unión Europea, Japón y otros países con un buen poder adquisitivo.
El fortalecimiento del dólar. Este ha sido fortalecido mediante el aumento sostenido de la tasa de interés, una decisión administrativa liderada principalmente por la FED y no por el accionar del mercado. Un dólar fuerte eleva la rentabilidad de los tenedores de la divisa y de los nuevos contratos nominados en esa moneda
El aumento de la tasa de intereses se ha justificado diciendo que es una medida necesaria para contrarrestar la inflación derivada de la especulación con los productos energéticos. Sin embargo, el ajuste ha resultado inocuo dado que la inflación ha seguido creciendo como si nada. En sentido contrario, el alza lo que sí ha venido produciendo es una ralentización del crecimiento.
El fortalecimiento del dólar ha resultado muy atractivo para los grandes capitales estadounidenses y los especuladores internacionales, los cuales para monopolizarlo han procedido a deshacerse de sus inversiones en otras monedas para comprarlos y atesorarlos, lo cual ha terminado elevando su precio. Igualmente contribuye al alza de su precio, la demanda que realizan los países importadores netos de energéticos, especialmente los sancionadores europeos y Japón. Estos para comprar esos productos, se están viendo abocados a competir intensamente por dólares requeridos para ello.
Se comenta que quienes están siendo más beneficiados con el alza de las tasas de la tasa de interés, igualmente no tienen ningún interés en que la situación cambie en favor de la paz, debido a que se derrumbarían las ganancias especulativas que están obteniendo. Opositores que por lo demás, son muy poderosos.
Debido al daño que vienen causando a nivel global el incremento de los precios de los energéticos y el aumento de las tasas de interés. Se hace imperioso que los países que no están involucrados en el conflicto presionen para que haya negociaciones de paz y los Estados Unidos, intervenga administrativamente el dólar y lo deprecie, mediante la disminución de las tasas de interés.
No se puede esperar que los países directamente involucrados en el conflicto a pesar de estar sufriendo unas consecuencias bastante adversas, den marcha atrás y más preferirán que la economía mundial colapse, antes que domesticar su orgullo y contribuir a resolver la confrontación.
Si se continúa por la vía del conflicto, nos enfrentaremos a una situación en la que se combinarán el decrecimiento, el aumento del desempleo, inflación creciente y elevadas tasas de interés. Insumos insustituibles para que se produzca profunda y prolongada recesión.
* Economista.