Patria, muerte y redes sociales
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Las masacres perpetradas en los últimos años en los Estados Unidos parecieran mostrar patrones comunes en el perfil de los asesinos, a quienes curiosamente no se les ha comprobado tener relación directa con el terrorismo. Se trata de individuos aislados de cualquier organización delictiva, pero en los que concurre el fanatismo político, el patriotismo, la afición por las armas, el odio en redes sociales y la intolerancia por la diferencia.
Esta es una breve cronología de las últimas tres matanzas:
Bar “Pulse” de Orlando, Florida. 12 de junio de 2016. 50 personas asesinadas y 56 heridas. El autor, Omar Seddique Mateen, americano de origen afgano. Empleado de una compañía de seguridad, contaba con permiso para portar armas. Marteen se radicalizó en Inernet contra las mujeres homosexuales.
Iglesia Bautista de Texas. 7 de noviembre de 2017. 26 personas asesinadas. El autor, Devin Kelley, trabajó en la Fuerza Aérea y luego fue dado de baja por violencia intrafamiliar. En LinkendIn se definía como un gran patriota. En su perfil de Facebook posaba con armas.
High School de Parkland, Florida. 14 de febrero de 2018. 17 personas asesinadas. El autor, Nikolas Cruz, presumía en internet posando con armas. En Instagram escribió acerca de matar mexicanos, mantener encadenados a los negros y cortarles el cuello. También se expresó en contra de judíos e inmigrantes.
Si bien el contexto de la violencia de los Estados Unidos es muy diferente al nuestro, la polarización política de los últimos años, ha incrementado las manifestaciones de odio en las redes sociales, lo cual puede disparar problemas masivos de salud mental, en personas con capacidad de adquirir armas.
Patologías mentales y acceso a las armas, son los ingredientes de un coctel sociopático que pueda explotar en individuos aislados, dominados por el patriotismo, el odio en redes sociales, la intolerancia, posesión de armas y fanatismo político.