Segundo laboratorio colombiano denunciado por PETA
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Monos mueren en laboratorio colombiano autorizado mientras se apilan cadáveres: Revelaciones de PETA
PETA destapa atrocidades en laboratorio colombiano: 47 monos muertos en 14 meses por negligencia
En una denuncia estremecedora, PETA ha revelado el horror que se vive en un laboratorio colombiano autorizado. Documentos obtenidos por la organización evidencian el maltrato y la negligencia que causaron la muerte de 47 monos en solo 14 meses. La tragedia, que involucra a una especie en peligro de extinción, se desarrolló mientras los cadáveres se acumulaban y las autoridades competentes ignoraban las regulaciones.
Un laboratorio que opera con impunidad
La Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) es la responsable de este laboratorio donde se experimentó con monos en condiciones deplorables. La organización ignoró con aparente impunidad las regulaciones ambientales, de bienestar animal y de salud pública, gracias a la inacción de la agencia regional encargada de hacer cumplir la ley.
Experimentos ilegales y falta de atención veterinaria
Los monos, algunos en peligro de extinción, fueron utilizados en experimentos de COVID-19 sin los permisos necesarios y sin recibir la atención veterinaria adecuada. Algunos animales sufrieron muertes dolorosas por sepsis o tétanos, mientras que otros fueron encontrados muertos en sus jaulas con signos de violencia, víctimas de ataques por otros primates estresados por el confinamiento.
Un alarmante número de muertes
Entre marzo de 2021 y mayo de 2022, 47 monos (el 12% de la población total del laboratorio) perdieron la vida. Sin embargo, solo se realizaron autopsias a algunos de ellos para determinar la causa de muerte.
Explicaciones inverosímiles y falta de investigación
De manera inexplicable, los experimentadores atribuyeron 18 de estas muertes a «broncoaspiración», sugiriendo que los animales se ahogaron con comida, agua o su propia saliva. Otros nueve murieron supuestamente por ataques cardíacos, sin que el personal investigara a fondo estas muertes. Otros sucumbieron por «canibalismo», «hipotermia» o «estrés por calor».
Un caso particularmente atroz fue el de un mono que murió por una «hemorragia grave» causada por una fractura en el brazo que no recibió tratamiento durante días.
Fugas y falta de supervisión
Como si el panorama no fuera ya lo suficientemente desolador, 19 monos escaparon del laboratorio a través de hoyos en las paredes y el techo de sus áreas de confinamiento. Los documentos también sugieren que la mayoría de las muertes de monos ocurrieron en ausencia del personal, y que solo se registraron cuando se encontraron los cuerpos sin vida.
Un laboratorio sin veterinario durante meses
En una grave violación a las normas locales, este laboratorio que albergaba a cientos de primates operó sin veterinario durante siete meses en 2021.
Condiciones deplorables y signos de sufrimiento
Una inspección realizada en 2021 reveló que 66 monos sufrían de automutilación, arrancándose el pelo y presentando parches de piel desnuda. 48 animales estaban por debajo de su peso ideal y cuatro tenían problemas oculares. Meses después, más de la mitad de los monos confinados mostraban signos de desnutrición y otros problemas de salud graves.
Un llamado urgente a la acción
Las revelaciones de PETA exigen una acción inmediata para poner fin a este horror. Las autoridades colombianas deben investigar a fondo las atrocidades cometidas en la FIDIC, responsabilizar a los responsables y tomar las medidas necesarias para proteger a los animales de este y otros laboratorios.