Uribe pasó a la historia como el primer presidente llevado a juicio
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El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, fue acusado este viernes ante una juez de la República, de fraude procesal y de sobornar testigos para que guardaran silencio sobre su presunta relación con paramilitares. De esta forma, Uribe hace historia al convertirse en el primer expresidente de Colombia en enfrentar un juicio penal.
Álvaro Uribe, presidente de Colombia entre 2002 y 2010, gozó de una inmensa popularidad por la política de mano dura con la que se ufanó de haber debilitado a las guerrillas. Pero dicha mano dura es la que le ha llevado hoy a convertirse en el primer expresidente del país en afrontar un juicio penal. La Fiscalía lo acusó de influir en los testimonios judiciales de integrantes de los escuadrones de ultraderecha de cientos de masacres, en las que murieron civiles y activistas por los derechos humanos.
Los antecedentes de este juicio se remontan a 2012, cuando Uribe, entonces senador, presentó una denuncia contra el congresista de izquierda Iván Cepeda. Uribe señaló a Cepeda de buscar testimonios falsos para vincularlo con los paramilitares.
No obstante, la Corte Suprema no solo se abstuvo de enjuiciar a Cepeda, sino que en 2018 comenzó a investigar al expresidente por sospechas de que fue Uribe quien en realidad trató de manipular a los testigos. Un hecho legal insólito en el país y que tiene dividido a los expertos. «Yo no recuerdo que se haya presentado un caso en el cual se haya invertido la situación, de manera que el acusador pasa a acusado, que es lo que sucedió en este caso. No obstante, debo decir que ante todo hay que reconocer la independencia de nuestras instituciones y que hay que respetar y acatar los fallos de las Cortes», explica Alejandra Carvajal.
Uno de estos testigos que quiso ser manipulado, es Juan Guillermo Monsalve, ex trabajador de la finca «Las Guacharacas», entonces de propiedad de Alvaro Uribe y que señala haber sido parte del grupo paramilitar «Bloque Metro».
El expresidente ha reiterado su inocencia frente a los medios de comunicación y ha calificado este proceso como un “montaje”.
Aun así, esta no es la única acusación que pesa sobre Uribe. El expresidente también fue denunciado ante un tribunal argentino por su presunta responsabilidad en más de 6 000 ejecuciones y desapariciones forzadas de civiles cometidas entre 2002 y 2008, durante su gobierno, un caso conocido como «falsos positivos».
Hace poco el expiloto Jorge Mauricio Herrera Bernal denunció los vínculos con el narcotráfico de Álvaro Uribe y Pacho Cifuentes.
Por su parte, el periodista Alfredo Serrano Zabala hizo una trascendental revelación de la familia de Alvaro Uribe Velez, esto es, Luis Gonzalo Uribe, quién sería el hermano mayor del ex presidente. Lo curioso es que según la fuente, este hermano fue un poderoso narcotraficante del Cartel de Medellín.
Alvaro Uribe Velez tambien ha sido señalado de estar vinculado al asesinato del ex ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla.
Una nota publicada en el periódico El Nuevo Herald de Miami, revivió un viejo testimonio de Cecilia Lara Bonilla, hermana del ex ministro de Justicia asesinado Rodrigo Lara Bonilla, en el que menciona al padre del presidente Álvaro Uribe de tener nexos con el narcotráfico.
Y es que en una declaración juramentada de1984 la hermana del ex ministro asesinado por el cartel de Medellín, afirmó que Rodrigo Lara Bonilla le habló cómo el narcotráfico había permeado toda la sociedad y citó el caso de un helicóptero incautado en un gigantesco laboratorio de cocaína que según información del gobierno era propiedad de Alberto Uribe Sierra.
De acuerdo con El Nuevo Herald, Cecilia Lara Bonilla dijo que lo de Tranquilandia era muy grave y comprometía a gente muy importante de la política del país, que el helicóptero que habían cogido en ese campo era del papá de Álvaro Uribe Vélez
Dijo que todo lo que relató a las autoridades fue lo que su hermano, el asesinado ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, le reveló a la familia en una reunión que tuvieron pocos días antes de ser asesinado por el cartel de Medellín, en casa de su mamá.