En un hito histórico para la tauromaquia y la democracia colombiana, el Congreso de Colombia ha aprobado en cuatro debates el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros en todo el país. Esta legislación, que entrará en vigor dentro de tres años, pondrá fin a todas las actividades taurinas, incluyendo las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas en todo el territorio nacional.

El cuarto y decisivo debate se celebró hoy, donde la oposición intentó infructuosamente cambiar el orden del día en tres ocasiones, crear una comisión accidental y eliminar uno de los artículos del proyecto. Sin embargo, el gobierno mantuvo el quórum necesario de 95 representantes en la Cámara para rechazar las propuestas de la oposición y aprobar el proyecto con las enmiendas pertinentes. El respaldo del Ministerio de Cultura fue crucial para la aprobación del proyecto.

Finalmente, en la tarde, la Cámara de Representantes dio su visto bueno al proyecto de ley 219 de 2023 Cámara – 298 de 2023 Senado. Ahora, sólo resta la sanción presidencial para que se convierta en ley de la república.

La senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, fue la impulsora inicial de esta iniciativa. A ella se unieron 45 congresistas más con el propósito de construir un articulado que busca poner fin a lo que consideran una crueldad hacia los animales. «Queremos detener la tortura y el maltrato animal que representan las corridas de toros, hoy un símbolo de brutalidad en Colombia», afirmó Hernández.

Hernández explicó que la ley establece un proceso de transición de tres años. Durante este periodo, se identificarán las familias que dependen económicamente del sector taurino y se formará un comité interinstitucional para facilitar su transición hacia otros sectores como el comercio o el turismo.

Además, la ley contempla la transformación de las actuales plazas de toros en espacios culturales y musicales, adaptándolas a nuevos usos que beneficien a la comunidad.

Con esta medida, Colombia se une a otros países que han tomado pasos significativos para la protección de los animales, marcando un cambio importante en su panorama cultural y social.

La Lucha por la Abolición en el resto del mundo

En los últimos años, la lucha por la abolición de la tauromaquia ha ganado fuerza a nivel global, con movimientos y legislaciones emergiendo en varios países para poner fin a esta tradición controvertida. Activistas por los derechos de los animales, legisladores y ciudadanos comunes están alzando sus voces en un esfuerzo concertado para erradicar lo que consideran una práctica cruel y anacrónica.

Europa: El Epicentro del Debate

En España, país considerado la cuna de la tauromaquia, el debate ha sido particularmente intenso. Ciudades como Barcelona ya han prohibido las corridas de toros, mientras que en otras regiones, como Andalucía y Madrid, la tradición sigue siendo popular. Sin embargo, el apoyo a la tauromaquia ha disminuido significativamente, con encuestas recientes mostrando que una mayoría de la población española se opone a esta práctica. Grupos como PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) han sido fundamentales en impulsar campañas y referendos para prohibir las corridas de toros a nivel nacional.

En Portugal, donde las corridas de toros también tienen una larga tradición, el movimiento abolicionista ha ganado terreno. Aunque las corridas de toros no están prohibidas, hay restricciones significativas, como la prohibición de matar al toro en la arena. Organizaciones como ANIMAL y SOS Animal han estado presionando para una prohibición total.

Francia también enfrenta una creciente presión para poner fin a la tauromaquia, especialmente en las regiones del sur donde las corridas de toros son más comunes. Manifestaciones y peticiones han aumentado, reflejando un cambio en la percepción pública.

América Latina: Un Cambio de Paradigma

En América Latina, donde la tauromaquia es una tradición arraigada en países como México, Perú y Ecuador, el movimiento abolicionista está ganando impulso. En México, algunas ciudades como Ciudad de México y Coahuila han prohibido las corridas de toros. Sin embargo, el país enfrenta desafíos significativos debido a la profunda conexión cultural con esta práctica. Organizaciones como PETA Latino y AnimaNaturalis están liderando la lucha por la prohibición a nivel nacional.

Perú y Ecuador también han visto un aumento en las campañas contra la tauromaquia. En 2011, Ecuador realizó un referéndum en el que se prohibió la matanza de toros en eventos públicos en ciertas partes del país, marcando un paso significativo hacia la abolición total.

Otras Regiones: Un Llamado a la Acción

En otros continentes, como Asia y África, la tauromaquia no es una práctica común, pero el apoyo a los movimientos globales por los derechos de los animales ha sido notable. Países sin una tradición taurina han expresado su solidaridad con los esfuerzos abolicionistas, participando en manifestaciones internacionales y campañas de sensibilización.

El Papel de las Redes Sociales y las Celebridades

Las redes sociales han desempeñado un papel crucial en la movilización de activistas y la difusión de información sobre la crueldad de la tauromaquia. Plataformas como Twitter, Facebook e Instagram permiten a los defensores de los derechos de los animales llegar a un público global, compartir contenido impactante y organizar eventos virtuales y físicos.

Además, muchas celebridades se han unido a la causa, utilizando su influencia para concienciar y abogar por la abolición de las corridas de toros. Figuras públicas como Ricky Gervais, Penélope Cruz y Joaquín Phoenix han expresado su oposición a la tauromaquia, amplificando el mensaje abolicionista.

Un Futuro sin Tauromaquia

A medida que la conciencia sobre los derechos de los animales sigue creciendo, la tauromaquia enfrenta un futuro incierto. La lucha por la abolición de esta práctica es un reflejo del cambio de valores en una sociedad que cada vez más rechaza la crueldad animal. Aunque el camino hacia la prohibición total es largo y está lleno de desafíos, los avances significativos en varios países demuestran que un futuro sin tauromaquia es posible y está cada vez más cerca.