El Banquero de ADN
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Desde hace un par de meses el Fiscal General viene pregonando la creación de un Banco de ADN, que contenga la información genética de los detenidos y progresivamente de toda la población del país. Sostiene que “frente al peligro que reina en la sociedad”, el perfil genético permitirá mejorar la investigación criminal. La propuesta sobre el control de la vida será incorporada al paquete de reformas legislativas.
El modelo propuesto recuerda al discurso peligrosista, que sostenía que a partir de los rasgos biológicos podía identificarse al delincuente nato: El ciudadano, aunque jamás hubiera cometido un delito, portaba en sus genes la herencia del crimen, lo que de por sí lo hacía peligroso, razón suficiente para encarcelarlo hasta su rehabilitación. La doctrina sirvió de fundamento para la construcción de campos de concentración y la solución final.
Preocupa la insistencia del Fiscal por fundar su propio banco: el Banco de ADN. Porque ya no solo se privaría la libertad del cuerpo sino también la intimidad de la información genética y la dignidad del ser humano. Lo más terrorífico frente a los Derechos Humanos, es que en un Estado corrupto tal información puede terminar en manos de empresas, aerolíneas, bancos, aseguradoras y cualquiera que tenga interés en el perfil genético de sus amigos y enemigos.
La violación a la intimidad con interceptaciones telefónicas, sería un asunto de poca monta frente al tráfico y uso indebido de cuentas en el Banco de ADN.
El ADN almacena la información genética no solo del individuo, sino de muchas generaciones de sus ancestros y de futuros descendientes.
Según Dean Hamer, el ADN contiene factores vinculados al temperamento, orientación sexual, inteligencia, espiritualidad, alcoholismo, enfermedades, conductas de riesgo, escrupulosidad, etc.
Aunque el interesado en crear el Banco llegue a argumentar, que la confidencialidad de la información estará protegida y que la Genética de la Conducta es probabilística y no, determinista; la posible creación del Banco implica un profundo debate ético, jurídico y biopolítico, al que no está preparado un país con carencias de saneamiento básico, educación, desarrollo científico y valores sociales.
2500 años han transcurrido del aforismo “Conócete a ti mismo”, sin que conozcamos el camino. Sin embargo, la Fiscalía ya quiere conocer nuestra alma y encarcelarla en un Banco de ADN.