La República Árabe Saharaui Democrática que reconoce Petro
Cuota:
El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció a través de un comunicado el restablecimiento de las relaciones con República Árabe Saharaui Democrática.
Las relaciones estaban congeladas y el Gobierno de Iván Duque hizo acuerdos políticos con Marruecos que ponían en tela de juicio el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática.
La República Arabe Saharaui Democrática era una antigua colonia española y hoy está ocupada ilegalmente por la monarquía marroquí. Con sus 270.000 km2 y su medio millón de habitantes -la mitad de los cuales viven en la zona ocupada por Marruecos-, la República Saharaui ha conquistado su existencia con un Ejército (el Frente Polisario) y es reconocida oficialmente por 84 países.
Situada entre Marruecos, Mauritania, Argelia y el Atlántico, su capital provisional es El Aaiún, en la zona controlada por el Frente Polisario. Su territorio se divide en seis provincias.
La historia del Saharaui se remonta a unos 2.000 a 3.000 años, cuando llegaron empujados por los bereberes blancos del norte, pero lo inhóspito del terreno hizo que el verdadero poblamiento solo comenzará con la introducción del camello en el siglo III. El camello trajo una revolución en la ganadería y en las comunicaciones, que hizo del actual Sáhara Occidental una de las principales rutas de Comercio, sobre todo de sal y oro entre el Mediterráneo y el África.
Los árabes Almorávides que dominaron España, invadieron el Sáhara occidental en el siglo VIII e introdujeron el islam, pero esta zona como toda la costa atlántica africana, estuvo sometida a la influencia de los países europeos. Tras su guerra de África de 1860, España logró que Europa le reconociera la línea costera de Saharaui. En 1920 era su protectorado de Río de Oro, en 1934 África Occidental Española y en 1957 provincia.
Pero en 1947 se descubren inmenso yacimiento de fosfatos a unos 100 km de la costa. Los fosfatos son sales del ácido fosfórico utilizado para fabricar abonos, que desde su introducción han multiplicado la producción agrícola del mundo, son por lo tanto material estratégico. Hasta los años 60 el mayor exportador mundial era Marruecos y el principal importador Estados Unidos.
Con la aparición de los fosfatos saharauis todo esto cambió. Los fosfatos junto con la pesca en su plataforma continental, una de las más ricas del mundo, son los tesoros que hoy Marruecos explota. Desde los años 1960 comienza una resistencia organizada del pueblo saharaui contra España, con el Movimiento para la Liberación del Sáhara, cuyos dirigentes son finalmente asesinados por Franco.
Nace entonces el Frente Polisario, que lanza una guerra del desierto con operaciones de comando, que recorren hasta 1.000 km en Land Rover para golpear un objetivo y grandes ofensivas que alcanzan la costa y las ciudades. Los españoles construyeron una cinta transportadora de los fosfatos, que lleva el mineral material desde la mina a la costa, unos 100 km, la más larga del mundo. Esta cinta se convirtió en objetivo militar.
En 1975, España en vez de devolver el territorio a los habitantes como había prometido, lo negocia secretamente con Marruecos, en lo que muchos dicen fue el último negocio sucio del dictador Franco y otros el primer negocio sucio del Rey Juan Carlos. Los marroquíes invaden sin resistencia el territorio con la llamada Marcha Verde y comienza así una nueva fase de la guerra.
Para la ONU España sigue siendo formalmente administradora de la zona, pero Madrid no tiene interés en ello. Y es famosa la traición de Felipe González, quién cuando estaba en la oposición prometió la independencia de los saharauis, pero ya en el poder le vendió armas a Marruecos.
Los marroquíes repetidamente derrotados por el Polisario pasaron a la defensiva. Construyeron muros de tierra y terraplenes de unos 2000 km sembrados con millones de minas, que cortan el territorio de norte a sur para impedir el paso del Polisario.
Esa guerra duró más de 20 años, hasta 1991, cuando se acordó un alto el fuego y las Naciones Unidas a ordenar un referéndum que Marruecos nunca permitió.
Los saharauis son hoy ejemplo de la lucha contra el colonialismo en las condiciones más extremas que se puede.