Bandalos te invita a subscribirte a nuestro canal de YouTube: www.youtube.com/c/Bandalos

Bandalos te invita a subscribirte a nuestro canal de YouTube: www.youtube.com/c/Bandalos

Buscar

Los enemigos del país

Cuota:

Catalina

A pesar del burdo, indigno y criminal maquillaje que realizan la mayoría de medios de comunicación tradicional, nunca han podido ocultar completamente que a Colombia la carcome la corrupción. Recientemente se confirmó lo que era vox populi pero que hasta ahora nadie se había atrevido a revelar que jefes «políticos» colombianos recibieron sobornos millonarios de la multinacional brasilera: Odebrecht y todos lo sabían, lo ocultaron hasta que uno de ellos: Daniel Arizabaleta, rompió la Ley del silencio mafiosa (juramento de omertá) quitando la máscara y aportando pruebas contundentes. No creo que Arizabaleta haya traicionado a nadie por haber grabado en secreto al excandidato de Álvaro Uribe Vélez: Oscar Iván  Zuluaga, confirmando que todos los gritos y aseveraciones que hizo en su momento ante el Congreso, eran engaños del buen muchacho del Centro Democrático. La actuación de Oscar Iván Zuluaga fue la de un títere delincuente en la política, acostumbrado a engañar sin mucho esfuerzo y ahora con cargos de fraude procesal, falsedad en documento privado y otros más en su calidad de imputado por la Fiscalía, parece que seguirá actuando de víctima porque tuvo el morro de no aceptar los cargos. A lo mejor espera hacer lo propio y tratar de reivindicarse denunciando a sus jefes y compinches siguiendo la pauta de Arizabaleta cuyas revelaciones hay que verlas como un acto de «arrepentimiento» y beneficio propio que sirve de ejemplo para cualquier delincuente que busque «rehabilitarse» y no seguir haciendo más daño. Ahora, los mismos que han gobernado mal a Colombia con la sevicia que los caracteriza, metieron el acelerador para impedir que las reformas estructurales con las que se comprometió en su campaña el presidente Gustavo Petro, sean aprobadas y modifiquen la nueva realidad de los colombianos. El abuso de poder público en Colombia se convirtió en un estilo de vida y con sus excepciones, son muy pocos los que no se resguardan en el mismo establo mafioso corrupto, generalmente liderado por expresidentes que jamás aceptan sus responsabilidades en los crímenes porque según ellos, actuaron a sus espaldas, los engañaron o no estaban enterados. Negligentes, ineptos, mentirosos y sobre todo inmorales. Llámese Centro Democrático, lo que queda del Partido Liberal de César Gaviria, Germán Vargas Lleras y su Cambio Radical y otros; son organizaciones configuradas como partidos políticos, pero no hay duda de que en realidad son la fachada de empresas delincuenciales que tienen claro sus objetivos: celebrar contratos fraudulentos, saquear al Estado, utilizar el poder para traficar, sobornar, asesinar, robar: tierras, propiedades, votos y exterminar las opciones de una vida digna de millones de colombianos durante varias generaciones.

El crimen organizado desde el Estado, los pactos de silencio y la clara y férrea voluntad para infringir la ley sin temor porque la impunidad está garantizada, se normaliza en el «Estado Social de Derecho» colombiano y el que se atreva a denunciar e investigar es señalado y acusado de terrorista, comunista y enemigo de la democracia. ¡No, señores los enemigos son los que se aferran al poder para robarse el erario! Son los que respaldan con noticias falsas o editoriales la conducta criminal de los gobernantes que desangraron a Colombia. Estamos ante uno de los escenarios más descarados y podridos de todos los tiempos y no hay que olvidar que en el caos y las desgracias por lo general, los seres humanos se solidarizan. No hay duda que es el momento para que la Colombia decente se una y los colombianos de a pie a los que les toca trabajar duramente puedan romper las cadenas votando por otros gobernantes en las regiones y ciudades para darle un vuelco real a la forma de ejercer la política y arrancar de una vez las páginas oscuras ensangrentadas de la memoria corrupta del país.

El intento del presidente progresista: Gustavo Petro, de dar por terminada la eterna historia en el que nunca cambia nada para bien y por el contrario se agudizan los problemas como el hambre y la desigualdad; parece que será más complicado de lo que parecía y son los colombianos los que lo deben secundar y seguir apoyando con el voto. Cuando Gustavo Petro se vaya, se irá con la conciencia tranquila de haber hecho todo y expuesto hasta su vida por un cambio. Así que el pueblo debe hacer su parte con coraje, enjundia, dignidad y claridad mental porque los depredadores no quieren soltar la presa, no están dispuestos a renunciar a sus inmunidades ni riquezas mal habidas.
A pesar de que Gustavo Petro llegó a la presidencia acompañado por una coalición de partidos en un entorno optimista que vislumbraba una nueva era en la política; a la hora de apoyar sus propuestas de cambio en el congreso, le mamaron gallo y terminaron sin el respaldo deseado.

Se torcieron varios y la famosa coalición de partidos con la que los colombianos eligieron a Gustavo Petro lo faltonearon muy probablemente por lo que para nadie es un secreto: el gobierno parece que no les repartió de la confitura o mermelada a la que están acostumbrados, al menos no les entregó lo que esperaban. Hasta ahí les llegó tanto patriotismo y «desinterés político». Además, con los cambios en materia laboral, salud y pensiones entre otros, se les acabarían los privilegios y dejarían de seguir acumulando riqueza para desarrollar sus “emprendimientos” con los impuestos de los colombianos.

El cinismo con el que proponen decisiones inconstitucionales que afecten la estabilidad de los trabajadores es asombroso: «vamos a sacar a miles y miles de personas de las EPS, por eso no quedarán amparados por estas normas de Petro». Esas fueron las palabras de Germán Vargas Lleras, que generan pánico económico y violan las leyes penales. Pero, si Petro denuncia que las EPS hay que cerrarlas porque se las robaron y las recibió casi todas quebradas, se considera que propone una matanza laboral e inmediatamente los medios de comunicación tradicional hacen su trabajo juicioso de difundir el supuesto crimen propiciado por el presidente. Las amenazas de Germán Vargas Lleras con sacar a miles de trabajadores de las EPS, no merecen ni un comentario de prensa, los medios tradicionales colocan la sordina para acallar semejante crimen y así seguir respaldando una casta que durante décadas ha hecho mucho daño; siempre arrullados por el sonido de las rotativas que imprimen con sangre las mentiras de sus jefes. Tampoco aparece el Fiscal Barbosa con su altanería señalando, juzgando y prácticamente condenando, como lo ha hecho contra el presidente Gustavo Petro. La Fiscalía muda sigue respaldando delitos y haciendo demostraciones de poder absoluto a ojos de los colombianos que están mamados y cada vez más dispuestos a detener la injusticia e impunidad en el país.A los enemigos del país, no les importa seguir enterrando en vida a millones de colombianos, siguen empeñados en frenar al presidente y no se quedan únicamente en las macabras elucubraciones sino que actúan con inhumanidad y sin el menor grado de vergüenza o empatía.

Hace unos días un grupo encabezado por el mismo Germán Vargas Lleras, promovió una alianza que les permitiría por fin impedir que Gustavo Petro cumpla con las reformas que prometió. César Gaviria es uno de los primeros convocados y con él, algunos de los que necesitan que las cosas sigan como están para continuar encaramados usufructuando los impuestos de los colombianos. Ellos que viven sin afugias ni necesidades: cómodos en la corrupción, se van a unir supuestamente y van a hacer alianzas para rescatar al país y defender la democracia.

Ja, ja, ja, los siameses por casta, unidos indisolublemente porque practican las mismas mañas corruptas heredadas, ya están unidos desde que nacieron, compartiendo privilegios sin trabajar ni sacrificar nada, ¡qué descaro! Los que se quieren unir tienen los mismos intereses y apetencias insaciables y uno de los que lidera la convocatoria es el jefe del partido más corrupto del país, no quieren que el gobierno progresista haga cambios en una de las naciones más desiguales del planeta donde millones de sus pobladores viven en el olvido, arrastrando su miseria. Es realmente increíble el descaro de los que han administrado para su propio beneficio y a sus anchas el país, impidiendo que la población más vulnerable se favorezca con unos cambios básicos. No les van a quitar los primeros lugares en su nivel de vida, las reformas son para que los que no tienen nada puedan por fin acceder al agua potable, a una vivienda digna y unos servicios de salud. El dinero con el que se van a cubrir esos “beneficios” es del erario del mismo impuesto que pagan con tanto sacrificio los pobres de Colombia. Nada va a salir del bolsillo ajeno como si lo han hecho los que han saqueado y acumulado sus riquezas hediondas, los corruptos a los que no les es suficiente hacer negociados, ni recibir coimas, ni robar haciendo contrataciones fraudulentas con el Estado; los mismos que se van a unir, también negocian con droga y reciben financiamiento de capos amigos a los que después no sólo desconocen sino que por casualidad y conveniencia: resultan asesinados o suicidados.

Los que no quieren los cambios para Colombia, no se van a unir, ellos forman parte de la cadena emanada de aristócratas de estirpe, terratenientes que heredaron predios, tierras y poder desde la colonia y como clase favorecida su intención no es nueva es la misma: mantener sus riquezas e inmunidades sin trabajar y seguir aplastando a las mayorías vulnerables y abandonadas.

Mientras algunos empresarios siguen invirtiendo en Colombia y le apuestan al crecimiento y fortalecimiento económico del país sin temor al gobierno del cambio, los enemigos de Colombia con un disfraz de superhéroes y un supuesto propósito de ir al rescate de los colombianos, quieren frenar al presidente y evitar la desastre económica que según ellos, ejecutará Gustavo Petro, si son aprobadas las reformas que volverá a presentar en el congreso. Los enemigos del país, dicen estar dispuestos a bloquear el cambio cómo tengan que hacerlo. Ya en el pasado advirtieron que volverían trizas los acuerdos de paz y así lo hicieron. Precisamente hasta el expresidente Juan Manuel Santos, nobel de paz que firmó el acuerdo de desmovilización con las FARC, asombró a la opinión pública hace unas semanas, participando activamente en la clausura del congreso de Asobancaria en Cartagena, donde estaban reunidos enemigos del presidente que han promovido desestabilizar su gobierno.

En ese evento se escuchó claramente a Juan Manuel Santos asegurar que «el presidente Gustavo Petro no sabe para donde va». ¿De verdad? usted que tuvo más de un año para comenzar a implementar la paz en su gobierno después de firmado el acuerdo, ¿se atreve a unirse los enemigos de la paz y señalar al presidente de haber perdido el rumbo? ¿Juan Manuel Santos, no sabe que Gustavo Petro, quiere la paz total para Colombia e implementar el acuerdo que quedó sepultado durante los cuatro años de mandato de Iván Duque?  Si algo tiene claro Gustavo Petro, es precisamente el rumbo para aliviar la desigualdad, repartir los recursos que le permitan los corruptos de este país, a los que no tienen nada y así poder construir la paz total para Colombia. Al expresidente Juan Manuel Santos que durante el gobierno de Iván Duque guardó “prudente silencio” debería darle vergüenza formar parte de la comitiva que pretende desestabilizar al gobierno que se la juega toda por la paz. Con su sola presencia en ciertos eventos como el de Asobancaria, respalda tácitamente uno de los propósitos más inconstitucionales que un demócrata puede llegar a defender: intentar remover con maniobras ilícitas al presidente elegido legítimamente y en el caso de Gustavo Petro, elegido con la mayor votación que ha tenido la historia electoral del país. Es un golpe bajo que el nobel de paz, cuestionado también por su participación en el tema Odebrecht, le da al gobierno del cambio presentándose como aliado de los enemigos de la paz. Gustavo Petro es el único que como Senador y ahora como presidente se ha comprometido a implementar los acuerdos de paz y millones de colombianos seguirán apostándole a su proyecto.

2 thoughts on “Los enemigos del país

  1. Excelente, análisis del momento de político de nuestro país, la corrupción entre banda los con nombre propio, reacios, al cambio necesario de nuestras fuerzas productivas y medios de producción, son unos parásitos a cualquier transformación que le sirva a los trabajadores de Colombia y la población colombiana, si da tristeza que la gente no salga a responder con su voto, a derrotar a todo lo que represente la inmoralidad de este país. Es hora de derrotar a esta clse lumpesco da vergüenza seguir viendo la justicia, puesta al servicio de la inequidad, y no tener los suficientes argumentos de parar el basta ya de inpugnidad. Es hora de la gente!!!.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Únete a Bandalos magazine

2 thoughts on “Los enemigos del país

  1. Excelente, análisis del momento de político de nuestro país, la corrupción entre banda los con nombre propio, reacios, al cambio necesario de nuestras fuerzas productivas y medios de producción, son unos parásitos a cualquier transformación que le sirva a los trabajadores de Colombia y la población colombiana, si da tristeza que la gente no salga a responder con su voto, a derrotar a todo lo que represente la inmoralidad de este país. Es hora de derrotar a esta clse lumpesco da vergüenza seguir viendo la justicia, puesta al servicio de la inequidad, y no tener los suficientes argumentos de parar el basta ya de inpugnidad. Es hora de la gente!!!.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.