Los colombianos en el exterior, ¿una fuerza política en el 2022?
Cuota:
Durante el estallido social del 2021, por primera vez se sintió la presencia de colombianos en el exterior como una fuerza con opinión y participación política. Se estableció y se galvanizó una colectividad organizada, que marchaba desde muchos lugares del mundo contra la represión del Estado colombiano.
Se denunció con cartas ante Bachelet, la ONU y la CIDH, firmadas por muchos colombianos y se hizo un llamado a los medios de comunicación internacionales para que cubrieran los hechos en Colombia.
Estas marchas en el exterior se desarrollaron sin muertos, sin desaparecidos, sin persecución de la policía, sin que se perdieran ojos, sin tanquetas del ejercito o gases lacrimógenos. Se desarrollaron pacíficamente y algunas veces acompañadas de ciudadanos extranjeros que se unían en solidaridad a los eventos.
Hermosas representaciones de arte, de baile y canto, al igual que arengas de protesta se escucharon en ciudades como Barcelona, Nueva York, Berlín, Paris, Londres, Montreal, Ginebra, Zúrich y Buenos Aires, solo por nombrar algunas.
Algo despertó en ese grupo de colombianos que vive fuera de su patria.
Los colombianos en el exterior respondieron al llamado del país. Respondieron a las denuncias de masacres, de asesinatos de líderes sociales, del incumplimiento del tratado de paz. Marcharon con los jóvenes, con las madres, con los trabadores, con los indígenas, con los afros. Marcharon en rechazo a las alarmantes denuncias desde Puerto Resistencia, Buenaventura, Popayán, Barranquilla, Risaralda y tantos otros lugares que vieron jóvenes perder sus vidas bajo la opresión de la fuerza pública. Se unieron en solidaridad con el país donde ya no están.
En varios países los colombianos llevaron comunicados a parlamentos exigiendo el rechazo internacional contra el uso desmedido de la fuerza pública, y muchas veces cuestionando si Colombia es realmente una democracia.
Se pronunciaron en contra de la estigmatización de los que marchaban en las calles y lograron que la comunidad internacional, generalmente tan sorda, mirara la situación crítica de derechos humanos en Colombia.
Aunque un hecho simbólico, fue la presión de los colombianos fuera del país que llevó a la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) a visitar a Colombia, a pesar de los esfuerzos de la Vicepresidente y Canciller Marta Lucia Ramírez por demorar o cancelar la visita. La Comisión internacional recorrió el país y habló con los ciudadanos documentando muchos hechos de abuso de la fuerza pública. Esta documentación los llevó a crear una lista de recomendaciones al gobierno de Iván Duque, recomendaciones que al día de hoy, Duque campantemente ha ignorado.
Los colombianos en el exterior descubrieron que son una fuerza importante. Una fuerza de denuncia, una fuerza con capacidad de organizarse, una fuerza con la capacidad de votar. Votos libres que no puede ser coaccionados o comprados.
¿Qué tan grande es este grupo de colombianos?
El éxodo al exterior de millones de colombianos está poco documentado. El Ministerio de Relaciones Exteriores estimaba en forma indirecta que el número de colombianos en el exterior era de 4´700.000 millones para el 2012. Esta cifra está basada en el censo realizado en Colombia en el año 2005, donde se preguntó a los censados por familiares residentes en el exterior. De acuerdo con dicho censo, los colombianos en el exterior representaban el 10% de la población del país.
No existe un censo desde entonces que defina cuántos colombianos han migrado fuera del país en las últimas décadas, pero esfuerzos de organizaciones colombianas en el exterior indican que el número es entre 8 y 10 millones de colombianos. A pesar de que es innegable que existe la tecnología y los medios para censar a estos colombianos viviendo fuera del país, el DANE y gobierno nacional nunca han hecho el esfuerzo.
No existen estadísticas que nos cuenten sus edades, las causas que los llevaron a emigrar, su género, su nivel de educación y su trabajo actual. Ni el DANE ni los gobiernos de turno han tenido interés en cuantificar este éxodo. Como no están contados en ninguna forma, los colombianos en el exterior carecen del apoyo apropiado de consulados para sus trámites, no tienen en muchos casos derecho a salud en los países que residen y no hay tratados bilaterales que los protejan.
¿Cuál es la razón para que se les haya excluido del formulario de preguntas, método indirecto, y del e-censo, método digital que podría incluir a los colombianos inmigrantes al exterior sin importar su país de residencia?
Lo que sí es cuantificable y de interés al país es la billonaria suma que entra a Colombia gracias a las remesas que esos colombianos invisibles al Estado y no contados, envían a diario al país.
En 2020, según el Banco de la República, el país recibió por concepto de remesas US$6.908,8 millones y cerca de US$7.086,5 millones reportadas en 2019. Según cifras preliminares del Banco de la República, las remesas que los colombianos enviaron al país en el 2021 superan los 8000 millones de dólares.
Para traducir esto en datos simples: los colombianos en el exterior giraron cerca de 27 millones de dólares diarios al país en el 2021.
Se estima que esto es un 17% del total de ingreso por exportaciones. Es un monto que estaría siendo mayor que las exportaciones de oro, banano, flores, café, aceite de palma, azúcar, en su conjunto.
Nada insignificante lo que aporta este grupo de colombianos prácticamente invisible para el Estado.
Trabajando en todo tipo de trabajos, desde expertos profesionales hasta trabadores en construcción, limpieza o el campo; estos colombianos con esfuerzos personales grandes, aportan al país casi tres veces más que las exportaciones de café. Familias enteras se mantienen gracias a sus parientes fuera del país.
A pesar de ese claro compromiso con sus familias y de seguir realizando actos que enaltecen la cultura colombiana para mantener las raíces del país que dejaron, la participación democrática de colombianos en el exterior es extremadamente baja.
De acuerdo con la Registraduría Nacional, para la jornada electoral del 2018, estaban habilitados para votar en el exterior 1’376.071 colombianos. De estos, solo 275.290 ejercieron su derecho al voto, es decir el 19,96 por ciento. En un país donde la abstención es del 50%, en el exterior llega a casi el 80% entre los votantes registrados.
Si se contaran todos los que no registraron la cedula, hablaríamos de una participación electoral quizás de menos del 10%. Trágico. Trágico porque la gran mayoría de estos colombianos dejaron el país por todas las cosas que están mal. La violencia, la falta de oportunidades para educación y trabajo. Por la falta de esperanza y oportunidades de progresar y tener una vida digna. Sin votar y solo mandando divisas no se cambian las cosas. Obviamente los colombianos fuera del país están cubriendo el hueco económico de un país que depende inmensamente de estos recursos. Un país gobernado por corrupción y por gente incapaz de crear empresa, industria, educación y que depende de los que se fueron. De los que sacaron, porque muchos colombianos que viven fuera de Colombia no escogieron la opción de irse del país. Les tocó.
Existen muchas razones y muchas barreras que podrían explicar este fenómeno de falta de participación electoral. La falta de un censo, la distribución de consulados y embajadas, el miedo a votar dado con algunos no son residentes legales en los países donde viven o por restricciones como asilados políticos.
La pregunta sería si esto cambiará en el 2022. Si el país que los necesita más que nunca, o que podríamos decir, que siempre los ha necesitado, contará con su participación pacífica y democrática en la renovación del Congreso el 13 de marzo de 2022 y en las elecciones presidenciales de mayo.
Varios países reportan un incremento relevante de inscripción de cédulas. Aunque no existen garantías electorales -como en ninguna parte del país-, fuera del país no existe una maquinaria de compra de votos y clientelismo. Existe una alta posibilidad de que muchos de esos votos sean votos libres y a conciencia por uno u otro candidato (a) de uno u otro partido. De todas maneras, el llamado es no solo a votar, sino a registrarse como jurado o como testigo electoral.
Todos estos cambios que se vivieron en la comunidad de colombianos en el exterior, no pasaron inadvertidos a los grupos políticos del país. Por un lado, el expresidente Álvaro Uribe se esforzó en criticar la protesta en el exterior desde su cuenta de Twitter:
“En Europa distorsionan la democracia colombiana, quieren ignorar que aquí se respeta la protesta y se pide al terrorismo respetar a Colombia. Democracia, política social y autoridad”, trinó el exsenador Álvaro Uribe Vélez. Mayo 8, 2021
El gobierno envió a la canciller Marta Lucia Ramírez a una gira por los países más importantes para contradecir los mensajes de los colombianos en el exterior. Se creó un esfuerzo inmenso por controlar el mensaje internacional como actualmente controlan el mensaje dentro del país.
Sin embargo, varios periódicos internacionales publicaron artículos cuestionando la gestión de Duque y la fuerza pública durante el paro:
“Un país que sale a protestar en medio de una pandemia es un país desesperado. En Colombia hay amenazas más grandes que la COVID-19: el hambre, el desempleo y la violencia. Y fueron esas amenazas las que llevaron a miles de colombianos a tomar las calles en manifestaciones donde se han mezclado gremios de taxistas y camioneros, grupos indígenas, afrodescendientes, profesionales de la salud y estudiantes, con ciudadanos de a pie.” – New York Times – Colombia entre la indignación y el miedo: diario de una protesta, mayo, 8 2021.
Gracias a la labor de activistas colombianos en el exterior, políticos internacionales por primera vez se manifestaron públicamente contra el manejo del estallido social en Colombia. 55 senadores de Estados Unidos firmaron una carta exigiendo acciones del departamento de estado de USA:
“We urge the State Department and all other U.S. departments and agencies to clearly and unambiguously denounce the violence, call for immediate de-escalation, help calm tensions, and facilitate inclusive social and political solutions in Colombia.”
“Suspend U.S. direct assistance, other than human rights training, to Colombia’s National Police and establish concrete, achievable benchmarks on improvements in the use of force and judicial accountability for past police brutality cases, including those committed in the context of protests in November 2019 and September 2020.”
Estos fragmentos de la carta de mayo 2021, se pueden resumir en que 55 congresistas exigen al Departamento de Estado tomar medidas claras con respecto a los abusos de del gobierno Colombiano y restringir la ayuda a la policía, ESMAD y el ejército. Una carta sin precedentes.
Igualmente Estados europeos se manifestaron en rechazo a las acciones del gobierno de Duque.
“La Unión Europea condenó los actos de violencia, que apuntan contra los derechos legítimos a manifestarse, a la libertad de reunión y de expresión», dijo sobre la situación en Colombia el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, mayo 2021.
En la lucha por controlar el mensaje y lograr esconder las graves violaciones de derechos humanos en Colombia, los colombianos en el exterior ganaron más de una batalla.
Gustavo Petro, principal candidato de la oposición al gobierno también ve el cambio que se está gestando en el exterior y espera capitalizar votos para el Pacto Histórico. El próximo 7 de enero viajará a Barcelona a dirigirse a los colombianos en exterior para solicitarles su participación en las elecciones del 2022.
Aunque con esfuerzos desordenados, hoy los partidos políticos están buscando formas de atraer este voto internacional que hasta ahora estaba prácticamente ignorado. Antes los esfuerzos se centraban en algunas ciudades como Miami, sin realmente esmerarse por llegarle a la mayoría de los colombianos fuera del país.
La mayoría de los colombianos en el exterior tampoco conoce sus derechos electorales. Tienen derecho a tres votos: a Cámara de Representantes en el exterior, al Senado, a la Presidencia.
Este 2022 será interesante saber si los colombianos en el exterior se transforman en una fuerza política representativa. Si a pesar de los datos históricos de poca participación electoral, pueden llegar a sorprender con un millón de votos, o si continuaran relegados a ser ciudadanos políticamente invisibles que solo envían divisas.
Sofía Ponce
Sofía Ponce
5 thoughts on “Los colombianos en el exterior, ¿una fuerza política en el 2022?”
-
Excelente artículo, el diagnóstico de l@s colombian@s en el exterior nos invita a redoblar esfuerzos para que el voto Migrante sea decisivo en las próximas elecciones
-
Nosotros, los Colombianos que fuimos obligados a salir del pais somos doblemente víctimas de ese Gobierno de RATAS irresponsables que desde siempre han estado por conveniencia en el poder. Tuvimos que dejar todo porque alla nada nos garantizaba ni siquiera tener trabajo estable… y por otra parte la mayoria sostenemos a la familia lo que hace que ese mismo estado se beneficie de lo que mandamos… Abajo URIBESTIAS ✊🇨🇴
-
Los colombianos en el exterior tenemos que hacer un esfuerzo en el análisis de las causas que nos llevaron a dejar Colombia y llegar a entender que son esas causas las que indican por dónde debe empezar el cambio a mejor del país y dejar de lado la idea egoísta del sálvese quien pueda.
-
27 años en Australia es la primera vez que veo un despertar y un pronunciamiento de los colombianos.
-
Que buen artículo, los Colombianos en el Exterior potencia económica, de inteligencia y empuje, son olvidados por los políticos y el estado colombiano.
5 thoughts on “Los colombianos en el exterior, ¿una fuerza política en el 2022?”
Excelente artículo, el diagnóstico de l@s colombian@s en el exterior nos invita a redoblar esfuerzos para que el voto Migrante sea decisivo en las próximas elecciones
Nosotros, los Colombianos que fuimos obligados a salir del pais somos doblemente víctimas de ese Gobierno de RATAS irresponsables que desde siempre han estado por conveniencia en el poder. Tuvimos que dejar todo porque alla nada nos garantizaba ni siquiera tener trabajo estable… y por otra parte la mayoria sostenemos a la familia lo que hace que ese mismo estado se beneficie de lo que mandamos… Abajo URIBESTIAS ✊🇨🇴
Los colombianos en el exterior tenemos que hacer un esfuerzo en el análisis de las causas que nos llevaron a dejar Colombia y llegar a entender que son esas causas las que indican por dónde debe empezar el cambio a mejor del país y dejar de lado la idea egoísta del sálvese quien pueda.
27 años en Australia es la primera vez que veo un despertar y un pronunciamiento de los colombianos.
Que buen artículo, los Colombianos en el Exterior potencia económica, de inteligencia y empuje, son olvidados por los políticos y el estado colombiano.